La infancia es el lugar del asombro, todo se investiga, se observa, se disfruta de otra manera.
Entre algunas cosas de mi infancia, lo que más me gustaba mirar, era el camino de las hormigas.
En el fondo de mi casa observaba cómo, de manera organizada llevaban su alimento sin dudar sobre lo que estaban haciendo, con pasos seguros y firmes. Siempre encontraba, como una de ellas, llevaba sobre si, una hoja demasiado pesada para su pequeño cuerpo, sin embargo la hormiguita no se detenía en ver la dimensión ni el peso de la hoja, solo caminaba, haciendo caso de su saber instintivo.
En ella, no había registro de abandonar el camino, ni volver para atrás, solo si alguien superior a ella, la comiera o la pisara.
Yo contaba con una gran ventaja, que era ver toda la situación desde arriba y sabia cuantos metros faltaban para llegar, podía con mis ojos tener una visión mas amplia que aquello que la hormiga podía ver con los suyos, entonces en mi inocencia infantil, la alentaba a seguir, diciéndole que faltaba poco o que descansara un rato porque el camino era todavía demasiado largo…
¡Cuántas veces me acorde de las hormigas!!¿ HABRÁ ALGUIEN EN MI CAMINO CON UNA VISION MÁS AMPLIA DE LOS PROBLEMAS?
A diferencia de las hormigas que jamás van a dudar de lo que hacen, los seres humanos, nos desesperamos cuando llevamos una pesada carga, a veces real y muchas otras, nuestra mente le da dimensiones enormes!!
Cuantas veces queremos volver atrás, detenernos, no seguir y hasta la posibilidad de desaparecer del camino aparece en la mente de muchos…
La complejidad humana hace de nuestros problemas , laberintos sin salida, porque nos enojamos, nos obstinamos en que las cosas sean diferentes., queremos siempre ser distintos a lo que somos, no nos conforman los logros, pensamos que es injusto lo que nos pasa …
Qué pasaría si alguien nos alentara a seguir, porque estaría viendo nuestra salida, del mismo modo que yo veía la salida de las hormigas?
Qué pasaría si alguien alentara nuestro caminar con dificultad, sabiendo que falta menos para estar mejor?
Qué pasaría si cada uno supiera que lo único verdadero consiste en seguir para aprender, que no se puede abandonar, que para eso caminamos con muchas mas hormigas y que cada una esta en el lugar que tiene que estar?
Qué pasaría si en el camino, buscáramos el sentido de lo que cargamos, para qué sirve, qué tarea vinimos a hacer, aunque sea pequeña?
Qué pasaría si tendríamos fe en nuestros recursos y que somos capaces de transportar cualquier carga?
Qué pasaría si actuáramos, simplemente con el saber de las hormigas?
Un saber que contiene la naturaleza, los pájaros volando todos en la misma dirección, las gaviotas emigrando en el momento justo, algunos animales con la capacidad de mimetizarse frente al peligro… si hay tanto saber en todos los seres, por qué no estaría del mismo modo en cada uno de nosotros?
Que pasaría si, los que miráramos la situación con esa mirada ampliada, fuéramos nosotros mismos, una parte más conectada con un saber más profundo, como un caleidoscopio observando distintas soluciones y confiando en que alguna de todas ellas o tal vez la comprension de todas va a ser la correcta?
.
Creo que la palabra aceptación, es en la naturaleza, donde esta más representada, todo en su lugar, un ecosistema perfecto, salvo cuando el hombre con su intervención, lo modifica.
Hay tantas soluciones que no podemos ver, cuando nos inunda la angustia, es como si de pronto, viajando en una ruta, tenemos que parar porque la niebla no nos deja ver... cuantos inconvenientes puede traer la niebla, de esa manera nos sentimos cuando estamos angustiados, nada se ve... si somos concientes de este proceso, podemos esperar a que esta niebla se disipe, sabiendo que las soluciones están en el camino, pero la mirada no tiene la posibilidad de ver lo que esta más adelante.
Entre algunas cosas de mi infancia, lo que más me gustaba mirar, era el camino de las hormigas.
En el fondo de mi casa observaba cómo, de manera organizada llevaban su alimento sin dudar sobre lo que estaban haciendo, con pasos seguros y firmes. Siempre encontraba, como una de ellas, llevaba sobre si, una hoja demasiado pesada para su pequeño cuerpo, sin embargo la hormiguita no se detenía en ver la dimensión ni el peso de la hoja, solo caminaba, haciendo caso de su saber instintivo.
En ella, no había registro de abandonar el camino, ni volver para atrás, solo si alguien superior a ella, la comiera o la pisara.
Yo contaba con una gran ventaja, que era ver toda la situación desde arriba y sabia cuantos metros faltaban para llegar, podía con mis ojos tener una visión mas amplia que aquello que la hormiga podía ver con los suyos, entonces en mi inocencia infantil, la alentaba a seguir, diciéndole que faltaba poco o que descansara un rato porque el camino era todavía demasiado largo…
¡Cuántas veces me acorde de las hormigas!!¿ HABRÁ ALGUIEN EN MI CAMINO CON UNA VISION MÁS AMPLIA DE LOS PROBLEMAS?
A diferencia de las hormigas que jamás van a dudar de lo que hacen, los seres humanos, nos desesperamos cuando llevamos una pesada carga, a veces real y muchas otras, nuestra mente le da dimensiones enormes!!
Cuantas veces queremos volver atrás, detenernos, no seguir y hasta la posibilidad de desaparecer del camino aparece en la mente de muchos…
La complejidad humana hace de nuestros problemas , laberintos sin salida, porque nos enojamos, nos obstinamos en que las cosas sean diferentes., queremos siempre ser distintos a lo que somos, no nos conforman los logros, pensamos que es injusto lo que nos pasa …
Qué pasaría si alguien nos alentara a seguir, porque estaría viendo nuestra salida, del mismo modo que yo veía la salida de las hormigas?
Qué pasaría si alguien alentara nuestro caminar con dificultad, sabiendo que falta menos para estar mejor?
Qué pasaría si cada uno supiera que lo único verdadero consiste en seguir para aprender, que no se puede abandonar, que para eso caminamos con muchas mas hormigas y que cada una esta en el lugar que tiene que estar?
Qué pasaría si en el camino, buscáramos el sentido de lo que cargamos, para qué sirve, qué tarea vinimos a hacer, aunque sea pequeña?
Qué pasaría si tendríamos fe en nuestros recursos y que somos capaces de transportar cualquier carga?
Qué pasaría si actuáramos, simplemente con el saber de las hormigas?
Un saber que contiene la naturaleza, los pájaros volando todos en la misma dirección, las gaviotas emigrando en el momento justo, algunos animales con la capacidad de mimetizarse frente al peligro… si hay tanto saber en todos los seres, por qué no estaría del mismo modo en cada uno de nosotros?
Que pasaría si, los que miráramos la situación con esa mirada ampliada, fuéramos nosotros mismos, una parte más conectada con un saber más profundo, como un caleidoscopio observando distintas soluciones y confiando en que alguna de todas ellas o tal vez la comprension de todas va a ser la correcta?
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Creo que la palabra aceptación, es en la naturaleza, donde esta más representada, todo en su lugar, un ecosistema perfecto, salvo cuando el hombre con su intervención, lo modifica.
Hay tantas soluciones que no podemos ver, cuando nos inunda la angustia, es como si de pronto, viajando en una ruta, tenemos que parar porque la niebla no nos deja ver... cuantos inconvenientes puede traer la niebla, de esa manera nos sentimos cuando estamos angustiados, nada se ve... si somos concientes de este proceso, podemos esperar a que esta niebla se disipe, sabiendo que las soluciones están en el camino, pero la mirada no tiene la posibilidad de ver lo que esta más adelante.
Asistirnos no es una tarea fácil, pero implica darle otra mirada a aquella parte nuestra que no puede verla, pero sabiendo que hay algo en nuestro interior más poderoso que cualquier problema, un lugar donde no llega el dolor, donde las dificultades se transforman en aprendizaje y crecimiento, donde radica la única fuerza que nos transforma, donde se siente un profundo respeto por todo el universo y sus leyes naturales, incluyendo el camino de las hormigas!