jueves, 28 de mayo de 2009

EL CAMINO DE LAS HORMIGAS...


La infancia es el lugar del asombro, todo se investiga, se observa, se disfruta de otra manera.
Entre algunas cosas de mi infancia, lo que más me gustaba mirar, era el camino de las hormigas.
En el fondo de mi casa observaba cómo, de manera organizada llevaban su alimento sin dudar sobre lo que estaban haciendo, con pasos seguros y firmes. Siempre encontraba, como una de ellas, llevaba sobre si, una hoja demasiado pesada para su pequeño cuerpo, sin embargo la hormiguita no se detenía en ver la dimensión ni el peso de la hoja, solo caminaba, haciendo caso de su saber instintivo.
En ella, no había registro de abandonar el camino, ni volver para atrás, solo si alguien superior a ella, la comiera o la pisara.
Yo contaba con una gran ventaja, que era ver toda la situación desde arriba y sabia cuantos metros faltaban para llegar, podía con mis ojos tener una visión mas amplia que aquello que la hormiga podía ver con los suyos, entonces en mi inocencia infantil, la alentaba a seguir, diciéndole que faltaba poco o que descansara un rato porque el camino era todavía demasiado largo…
¡Cuántas veces me acorde de las hormigas!!¿ HABRÁ ALGUIEN EN MI CAMINO CON UNA VISION MÁS AMPLIA DE LOS PROBLEMAS?
A diferencia de las hormigas que jamás van a dudar de lo que hacen, los seres humanos, nos desesperamos cuando llevamos una pesada carga, a veces real y muchas otras, nuestra mente le da dimensiones enormes!!
Cuantas veces queremos volver atrás, detenernos, no seguir y hasta la posibilidad de desaparecer del camino aparece en la mente de muchos…
La complejidad humana hace de nuestros problemas , laberintos sin salida, porque nos enojamos, nos obstinamos en que las cosas sean diferentes., queremos siempre ser distintos a lo que somos, no nos conforman los logros, pensamos que es injusto lo que nos pasa …
Qué pasaría si alguien nos alentara a seguir, porque estaría viendo nuestra salida, del mismo modo que yo veía la salida de las hormigas?
Qué pasaría si alguien alentara nuestro caminar con dificultad, sabiendo que falta menos para estar mejor?
Qué pasaría si cada uno supiera que lo único verdadero consiste en seguir para aprender, que no se puede abandonar, que para eso caminamos con muchas mas hormigas y que cada una esta en el lugar que tiene que estar?
Qué pasaría si en el camino, buscáramos el sentido de lo que cargamos, para qué sirve, qué tarea vinimos a hacer, aunque sea pequeña?
Qué pasaría si tendríamos fe en nuestros recursos y que somos capaces de transportar cualquier carga?
Qué pasaría si actuáramos, simplemente con el saber de las hormigas?
Un saber que contiene la naturaleza, los pájaros volando todos en la misma dirección, las gaviotas emigrando en el momento justo, algunos animales con la capacidad de mimetizarse frente al peligro… si hay tanto saber en todos los seres, por qué no estaría del mismo modo en cada uno de nosotros?
Que pasaría si, los que miráramos la situación con esa mirada ampliada, fuéramos nosotros mismos, una parte más conectada con un saber más profundo, como un caleidoscopio observando distintas soluciones y confiando en que alguna de todas ellas o tal vez la comprension de todas va a ser la correcta?
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Creo que la palabra aceptación, es en la naturaleza, donde esta más representada, todo en su lugar, un ecosistema perfecto, salvo cuando el hombre con su intervención, lo modifica.
Hay tantas soluciones que no podemos ver, cuando nos inunda la angustia, es como si de pronto, viajando en una ruta, tenemos que parar porque la niebla no nos deja ver... cuantos inconvenientes puede traer la niebla, de esa manera nos sentimos cuando estamos angustiados, nada se ve... si somos concientes de este proceso, podemos esperar a que esta niebla se disipe, sabiendo que las soluciones están en el camino, pero la mirada no tiene la posibilidad de ver lo que esta más adelante.

Asistirnos no es una tarea fácil, pero implica darle otra mirada a aquella parte nuestra que no puede verla, pero sabiendo que hay algo en nuestro interior más poderoso que cualquier problema, un lugar donde no llega el dolor, donde las dificultades se transforman en aprendizaje y crecimiento, donde radica la única fuerza que nos transforma, donde se siente un profundo respeto por todo el universo y sus leyes naturales, incluyendo el camino de las hormigas!

domingo, 17 de mayo de 2009

La totalidad del iceberg...


La mayoría de nosotros asocia la palabra iceberg a la tragedia del Titanic, famoso transatlántico que chocó contra un bloque de hielo, en medio de la oscuridad, produciéndose su hundimiento a principios del siglo xx.

En el diccionario la palabra iceberg se define como un pedazo grande de hielo, desprendido de un glaciar. Él mismo, sobresale del agua solo una octava parte de su volumen total, por lo que éstas masas gélidas constituyen un peligro para la navegación, ya que pueden alcanzar dimensiones enormes

Si por un instante, imagináramos que somos un iceberg, que nos desprendimos de nuestra familia de origen y que avanzamos por un gran océano, mostrando solo una octava parte de lo que somos...

Si imaginamos que debajo de esa superficie hay cosas nuestras que permanecen ocultas, que no reparamos , que no aceptamos como parte de nosotros mismos...

Si nos animáramos a bucear allí? y encontráramos todos esos aspectos que no nos atrevemos a mostrar... por vergüenza, por temor al ridículo, por miedo a sentir y quedar desnudos frente al otro...
Si halláramos todo aquello que un día soñamos y no nos atrevimos a ser, porque nos dijeron que no servíamos para eso, porque nos quedamos con los títulos que la sociedad considera respetables y justos...
Si nos encontráramos de pronto, con nuestros sentimientos mas preciados y mas vergonzosos, con nuestras metidas de pata, miedos y frustraciones.Seguramente considerar que todo eso nos pertenece, es una tarea difícil...


"Según Jung, el deseo de agradar, la necesidad de aprobación, el miedo a ser rechazados, hicieron que mostráramos nuestra parte aceptable y ocultáramos grandes pedazos de nosotros mismos.Así, se asume en la conciencia una pequeña parte de lo que realmente somos. Y una porción enorme se oculta en nosotros mismos como SOMBRA, como síntomas o se llevan afuera bajo la forma de proyección.La única manera de completarnos y evolucionar, de actualizar nuestro potencial, consiste en la recuperación de esos aspectos negados.

La compleja naturaleza del psiquismo, hace que además de ocultar nuestras sombras, muchas veces ocultemos nuestras luces, nuestros talentos... esa es la SOMBRA DORADA.

Lo demasiado oscuro se rechaza , lo demasiado luminoso encandila"


Aceptar lo que mostramos y lo que ocultamos, integrar las partes que más nos gustan con las que nos desagradan , nos definen como seres que somos, comprendiendo nuestra naturaleza, con las luces y sus sombras.

Si nos conocemos de manera integral, nos comprendemos ampliamente, somos mas benévolos con nosotros mismos, porque permitimos las diferencias, que no están en el afuera , sino en la profundidad de nuestro propio iceberg...

Tal vez, si el Titanic, hubiera sabido de antemano, las dimensiones de semejante bloque de hielo, esa información, le hubiera permitido, desviar la ruta de navegación y evitar el choque...

Conocer las profundidades de nosotros mismos, aceptarlas y comprenderlas, puede ser la brújula de nuevos caminos que eviten un hundimiento.

Atreverse a bucear puede ser doloroso y a la vez sorprendente, es como el desafio de un viaje, nunca sabemos del todo que va a suceder, pero siempre nos transforma la experiencia!!!

viernes, 1 de mayo de 2009

Las heridas que no cierran...


Cuando era pequeña, tuve una herida en la cabeza que requirió de cinco puntos de sutura. El médico que realizó su trabajo, me explicó cómo funcionaban las heridas y el por qué era necesario coser mi pequeña cabeza, que además del pánico que sentía, sufría de un buen tajo al descubierto.

Con cinco pequeños años, comprendí, muy claramente, que toda herida necesita ser cerrada para curarse, y que la cura demanda un tiempo y una técnica que dependera del grado de la misma.

Muchas veces, no hace falta una costura, pero si, que advenga una cáscara que cierre la herida, y si apuro en sacarla, demora el tiempo de curación, ya que nuevamente otra cáscara aparece,para comunicarme que todavía no estaba listo el proceso.

Una herida en el cuerpo se asemeja a un herida en el alma.Las heridas del alma no tienen marcas visibles ni suturas, pero si conllevan procesos similares a las heridas físicas, como ser su cicatrización y cierre, su tiempo y elaboración.

En psicología, hay algo que se llama : La ley del Cierre y se refiere a la necesidad del psiquismo a concluir cada situación que vivenciamos.

Aquello que no se cierra, tal como una herida en el cuerpo, vuelve a insistir, desde lo Inconsciente, intentando cerrar y comunicar lo no elaborado. Es como si el mensaje nos dijera: Date cuenta que estoy lastimado!!

Pensemos un instante, en situaciones de este tipo: Un enojo que no expresamos, una relación que se termina sin comprender que sucedió, sentimientos que reprimimos por vergüenza y miedo, una situación traumática que marcó nuestra vida de alguna manera, duelos que no atravesamos... la lista es muy larga, pero básicamente las heridas nos hablan de un dolor que no quisimos ver y lo llevamos a cuesta, disfrazado de síntoma para que no se note...

¿Cómo sanar una herida que no es visible, y que muchas veces no somos concientes de su dolor?

El primer paso será aceptar el dolor que esa situación causó en mi vida y ser conciente de mi herida abierta. La sanación puede requerir una acción concreta, que puede ser hablar con la persona que tuvo que ver con esa herida, y otras veces el trabajo puede realizarse de manera interna, abordando el contenido emocional y permitiendo que drene el dolor. Las heridas mas complejas necesitaran mas tiempo de drenaje y cuidado que heridas mas leves, pero todas responden a un mismo proceso, ya que toda herida que no cierra, insiste, buscando su curación.

¿Cómo sabemos que una herida del alma ya esta curada? Cuando la angustia inunda el relato de una situación, se entiende que todavía duele, y todos sabemos que sí duele es porque no hubo cicatrizacion.

Las cicatrices del alma nos permiten elaborar y comprender que el dolor nos lastima, pero no nos mata, nos conectan con lo vulnerable de cada uno y pueden ser, si lo permitimos, un nuevo aprendizaje que nos lleva a ser mas maduros, mas concientes, mas humanos.

Después de aquella herida ,que todavía conservo en mi cabeza, estuve un tiempo guardada, con un poco de miedo a correr y a saltar que era lo que mas me gustaba, pero luego que me sacaron los puntos, de a poco me fui animando y volví a correr y ser la niña que era, porque de todos modos, mas allá de cualquier herida, la única fuerza es la que nos permite volver a empezar, y creo que de eso se trata la vida!!!